Bienvenida corta
Los que sabéis hablar y presentaros a la Señora Deseada tenéis suerte. La mayorÃa de vosotros estáis incapacitados por el deseo. Vuestra frenética y desnuda necesidad aleja a la mujer. Aun asÃ, tenéis esos sueños maravillosamente perversos. SerÃan pesadillas para los hombres corrientes. Nunca podrán comprenderte. La raza no tiene cabida en el mundo de la dominación. El color de la piel o la etnia de los esclavos es irrelevante. Los hombres sumisos deben estar agradecidos cuando la
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