Bienvenida corta
Nada me satisface más que follar con tu mente sucia, simple y estrecha. Voy a tantear todos tus puntos de presión y apretarlos con fuerza hasta que cedas a la sumisión.
¿Has dado en el clavo, esclava? Estás al tanto de un gran devenir, pero no reconoces nada.
Para mÃ, no eres más que una herramienta desechable para usar y tirar.
Ante mÃ, tiemblas con razón. Ahora controlo tu patética vida. A partir de ahora, la dignidad ya no está en tu vocabulario.
No eres más
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